Fauna Silvestre
lunes, 1 de octubre de 2012
Fauna Silvestre
En Colombia se han establecido formalmente definiciones de fauna silvestre, una de las más reconocidas fue la consignada en el Código Nacional de los Recursos Naturales Renovables (Decreto Ley 2811 de 1974) que después fue retomada por el Decreto 1608 de 1978. Sin embargo, la definición más actualizada y vigente la encontramos en el texto de la Ley 611 de 2000.
Esta definición establece que fauna silvestre “se denomina al conjunto de organismos vivos de especies animales terrestres y acuáticas, que no han sido objeto de domesticación, mejoramiento genético, cría regular o que han regresado a su estado salvaje”. Sin embargo, es importante tener en cuenta aspectos de carácter evolutivo, de origen geográfico, de relación con el ser humano entre otros, que permiten profundizar de una mejor manera en este concepto.
Una de las características más sobresalientes de la fauna silvestre es que su desarrollo evolutivo se presentó y se viene dando sin la intervención directa del ser humano, es decir, el hombre no interviene en aspectos como los relacionados con la selección de parejas ya que se presenta la selección natural; no ejerce control sobre los ciclos reproductivos de los animales que responden a las características hormonales naturales; no manipula los periodos de reproducción toda vez que estos están influenciados por las características ambientales de las áreas donde habitan; no influye sobre el sistema inmunológico de los animales ya que este es adquirido de manera natural.
De otro lado, los animales silvestres tienen su ciclo de vida en áreas geográficas naturales donde se han adaptado a las diferentes características que los nichos les ofrecen y donde además, encuentran todos los elementos necesarios para suplir sus necesidades energéticas, fisiológicas y metabólicas. Ahora, pese a que existen individuos de especies silvestres que han adquirido adaptaciones para convivir en áreas dominadas por el hombre a partir de la colonización y la urbanización de áreas naturales por parte de éste último, la supervivencia de estos animales no se encuentra mediada por el hombre.
"Fauna Silvestre" son dos términos que se refieren a los animales que normalmente no están domesticados (criados por el hombre). Ellos son un recurso vivo que muere y es reemplazado por otro de su especie sin necesidad de ninguna intervención del hombre.
Colombia está ubicado dentro de los países más biodiversos del planeta ya que cuenta con el 21% de especies de aves, el 17% de anfibios, el 8% de peces de agua dulce, el 8% de reptiles, el 16% de mariposas diurnas, así como también el 10% de mamíferos. Entrando en detalle con algunos de estos grupos de animales, tenemos que:
En lo que se refiere a las aves se estima que el país cuenta con un poco más de 1762 especies pero debido a algunos factores como caza, destrucción de hábitats y contaminación ambiental, éstas se han ido reduciendo con el pasar de los tiempos, incluso en un estudio de El Instituto Humboldt se encontró que 83 especies de aves están amenazadas y casi destinadas a la extinción. Por su parte, los mamíferos son en dicho país más o menos 454 especies, los reptiles se clasifican en 506 especies reconocidas, las tortugas se clasifican en 33 especies (6 marinas y 27 terrestres y de agua dulce), aunque la mala noticia es que 18 se encuentran en riesgo de desaparición. Algunos de los animales que más han sufrido son los cocodrilos pues tres de sus seis especies han estado en peligro de desaparecer. Los réptiles en casi todo su conjunto se ven afectados y han soportado las consecuencias directas de actos humanos, como lo son el tráfico ilegal y la destrucción de sus ecosistemas.
Colombia no es el único país rico en especies de flora y fauna y, lamentablemente, tampoco es el único que sufre el flagelo del tráfico ilegal de especies. Algunos animales son las constantes víctimas de éste negocio inescrupuloso que está arrasando consigo la vida de muchas especies. Es oportuno mencionar entonces que entendemos por Tráfico Ilegal de Fauna Silvestre la cacería, captura y extracción de animales del medio silvestre donde viven, con el fin último de comercializarnos. Este es un negocio que nació hace varios años y está catalogado como el tercer mayor comercio ilegal del mundo, después del tráfico de drogas y de armas. Muchos países en un esfuerzo por contrarrestar ésta situación han prohibido el ingreso y supresión de especies exóticas a su territorio y otros han legalizado el comercio pero regido por normas y reglas que regulen la ética del buen trato y el bienestar de los animales. Esto no ha impedido que sean sacados de sus hábitats y se vean envueltos en este flagelo bien sea la exportación o importación. Las estadísticas indican que principalmente en los países desarrollados la demanda es alta y el negocio es rentable. Se conoce que en su mayoría los animales son vendidos para tenerlos en casa como mascotas o para explotarlos en negocios de entretenimiento.
Según información de CODEFF “África, Asia, América Central y del Sur, son grandes proveedores y debido a su rica biodiversidad y pobreza, para muchos resulta una fuente de ingresos, el comercio ilegal de animales silvestres involucra captura, compra y venta al interior de un país. El dinero que se mueve es mucho menor y, generalmente, el número de individuos comercializados también. Un guacamayo en Brasil cuesta entre 8 y 10 dólares, pero una vez en Chile, su precio puede llegar por sobre los $2.000.000, al igual que el de tucanes, loros y otras especies”.
Entrando en detalle tenemos que entre los animales más comercializados están los primates, aves acuáticas, rapaces, colibríes, tucanes, serpientes, iguanas, tortugas, lagartos, salamandras y algunos invertebrados como las arañas. Es también común encontrar que se comercializan cueros, pieles, marfil, almizcle, carne y piel de avestruz, plumas y aves embalsamadas, caparazones y carne de tortugas y pieles de serpientes. Y uno de los datos más escalofriantes y tristes es que solo 1 de cada 10 animales traficados, sobrevive o llega a su destino.
En un país como Colombia la gran mayoría de animales reportados en el mercado negro son guacamayas, loros, halcones, gavilanes y águilas, algunas de éstas en vía de extinción. Los primates también son comúnmente comercializados para el mercado de mascotas y también son utilizados en investigaciones biomédicas; A su vez los felinos tienen su demanda en la industria de las pieles y para exhibiciones privadas o públicas como lo son los circos. Los cerdos de monte también son capturados para la posterior comercialización de su carne y su piel. Igual acontece con los borugos (o guaguas), las dantas, las babillas y el caimán negro. Las iguanas, las boas y las tortugas se han visto muy afectadas tanto por la captura de ejemplares vivos como la de sus huevos.
En 2005 los decomisos en Colombia fueron reportados por las autoridades de la siguiente manera: (según la página http://www.dinero.com): “19.000 tortugas hicoteas, 217 micos, 42 cacatúas, 202 guacamayas, 12 osos hormigueros, 43 osos perezosos, 133.000 peces y 10 babillas, entre otros animales, que iban a ser vendidos en plazas de mercado o que eran transportados a centros urbanos para su posterior comercialización hacia el exterior. El valor de estas especies incautadas en 2005 supera en el mercado negro los $16.000 millones, pero solo representa un pequeño porcentaje de lo que realmente se trafica. Entretanto, en el Centro de Recepción y Rehabilitación de Fauna Silvestre del Dama, en Bogotá, hay 830 animales que han sido decomisados o entregados voluntariamente. Entre ellos hay guacamayas, azulejos, pavos de monte, carracos, micos, tortugas, búhos, ardillas, un zorro, águilas, decenas de tarántulas, loros y borugos”. Se tienen reportes en los cuales consta que los departamentos más afectados por la caza indiscriminada son Cesar, Atlántico, Magdalena, Sucre y Antioquia. Cabe anotar que El Amazonas por su gran diversidad es el ganador en lo que a afectados se trata.