La solución a esta problemática sería entonces en primera instancia nunca considerar las especies antes mencionadas como una mascota, un negocio o un recurso explotable. O en segunda instancia, si ya se cometió el error de comprarlos o capturarlos, la solución es entregarlos a las autoridades competentes, cada ciudad cuenta con algún ente que se encarga de recuperar, ubicar y liberar estos animales una vez que son decomisados o entregados voluntariamente.
Por último, no olvidemos que el comercio ilegal:
- Viola las leyes.
- Perjudica las poblaciones con competencia desleal.
- Resta prestigio a las autoridades competentes del país.
- Explota y discrimina especies vulneradas y amenazadas.
- Disminuye las posibilidades de dar un trato ético a la naturaleza.
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