CAV

El control de tráfico ilegal de fauna silvestre trae como resultado el decomiso de un gran número de animales, a los cuales las autoridades ambientales y policivas deben brindar condiciones óptimas de manejo para su supervivencia. Atendiendo esta problemática y los lineamientos nacionales en cuanto al manejo de fauna post-decomiso, la Corporación Autónoma Regional de los Valles del Sinú y del San Jorge CVS, conformó un Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre - CAV, a donde se trasladan los animales y subproductos decomisados, rescatados o entregados voluntariamente. Este se ubicó en la estación forestal de la Corporación, en el Barrio Mocari a las afueras de la ciudad de Montería.

La construcción del CAV de la CVS se inició en el año 2002, a la fecha el presupuesto destinado para su diseño y montaje equivale a $187.638.732. En la actualidad, el CAV cuenta con un cerramiento perimetral de 2.500 m2 en donde se ubican ocho encierros para diferentes clases animales, incluyendo aves, mamíferos y reptiles.  Adicionalmente, el CAV cuenta con un área administrativa, en donde se ubica una cocina para preparar los alimentos de los animales, una oficina y un hospital.

Durante el año 2004, la CVS suscribió un convenio con la Universidad de Córdoba, para el manejo y administración del Centro, por un valor de $74.437.848. A través de este convenio se contrató a un veterinario y un operario con experiencia en Fauna Silvestre, para el cuidado y atención de los individuos que ingresan al CAV.

Adicionalmente, se abrió un espacio académico para los estudiantes de medicina veterinaria y biología de la Universidad de Córdoba, que desean especializarse en la línea de Fauna Silvestre.

polluelo cavLas especies que han presentado mayores porcentajes de ingreso al CAV corresponden a hicoteas (especialmente en la época de cuaresma), babillas, primates, pericos y varias especies de pájaros semilleros. Así mismo se han recibido individuos de perezosos, tigrillos, pumas, zorros, ardillas, armadillos, nutrias, morrocoy, galápagos, boas, guacamayas, entre otros.

Al ingresar al CAV, cada individuo es evaluado médica y biológicamente con el propósito de asegurar su bienestar y definir su destino final. Además se le brindan todos los cuidados necesarios en cuanto a dieta y las características del encierro.

El destino que puede darse a cada individuo puede ser la liberación o el cautiverio definitivo. Si se determina que el animal puede regresar a su medio natural, debe ser puesto en un proceso de cuarentena y rehabilitación médica y biológica, con el fin de garantizar su supervivencia en el medio. Los lugares de liberación son los hábitats naturales de cada especie y durante este proceso se hace partícipe a las comunidades que se comprometen a la protección y conservación de su entorno.

Por otro lado, los animales que ingresan en mal estado, con signos de amansamiento o que no se distribuyen en el Departamento, son entregados a personas que pueden brindarle el cuidado que requieren en cautiverio, de acuerdo a las necesidades de la especie. Estos reubicadores de fauna silvestre son personas que cumplen con las condiciones adecuadas para el cuidado de los animales y que tienen una conciencia conservacionista y aprecio hacia los animales silvestres. Este programa de reubicadores se encuentra actualmente, en proceso de fortalecimiento por parte de la Corporación.

La Corporación planea continuar fortaleciendo el Centro, con infraestructura y equipos, de acuerdo a los lineamientos nacionales y a los criterios biológicos y médicos establecidos, de esta manera lograr contar con un espacio para atender los individuos de fauna producto del tráfico ilegal en nuestro Departamento y consolidar un escenario clave para la educación y la conservación de fauna silvestre en condiciones ex situ.

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